De naturaleza similar a la técnica Dafo, con ella podremos extraer conclusiones sobre cómo piensa, siente o se ve nuestro alumnado. Estas ideas nos darán pistas interesantes sobre qué necesitan, y así ajustar nuestra actuación a sus necesidades.
Fijaos en este ejemplo, debemos comenzar por mantener una entrevista con los agentes implicados. También podremos valernos de la observación. Así estaremos preparados para contestar a estas cuatro sencillas preguntas:
Imagen adaptada de Alejandro Ramos. Licencia Creative Commons. |
Después podremos extraer conclusiones acerca de QUÉ LE MOTIVA, QUÉ LE FRUSTA.
¿No pensáis que partiendo de estos pilares podemos asegurarnos en cierto medida la efectividad de nuestra intervención?